Gregory Korte
(Bloomberg) — El presidente Donald Trump llegó a un acuerdo con los republicanos de los estados demócratas sobre impuestos y sofocó una rebelión de última hora de los conservadores sobre el gasto para lograr la aprobación de su "gran y hermosa ley" en la Cámara de Representantes.
Pero si pretende impulsar el paquete legislativo insignia de su segundo mandato en el Senado, podría tener que enfrentarse a un electorado aún más exigente: los clientes de la creciente deuda estadounidense.
Con el rendimiento de los bonos del Tesoro a 30 años superando nuevamente el 5% el miércoles, los acreedores del país inyectaron una dosis de dura realidad económica en la política fiscal de Trump, y no por primera vez. La semana pasada, una tercera entidad calificadora de bonos rebajó la calificación soberana de EE. UU., proyectando que la deuda nacional se disparará al 134% del tamaño de la economía en 10 años, desde aproximadamente el 100% actual.
Fuente: Yahoo Finance
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